Ivan

Durante la primera clase me dedico a escuchar atentamente al estudiante para obtener una visión rápida y precisa de su nivel actual. Evalúo sus puntos fuertes, las áreas donde necesita mejorar y, sobre todo, sus objetivos personales. A partir de esta primera valoración, propongo un plan de trabajo adaptado, realista y orientado a resultados.
También solicito materiales de referencia, temarios o recursos utilizados en su centro educativo para construir un programa totalmente personalizado, compatible con su ritmo de estudio y con el tiempo del que dispone.

Las clases de una hora se estructuran aproximadamente de la siguiente manera:
1. Breve repaso de la sesión anterior (5–10 minutos)
Reviso los conceptos clave para asegurarme de que el aprendizaje se mantiene vivo y conectado.
2. Objetivos de aprendizaje, explicación teórica y ejemplos prácticos (20 minutos)
Presento los contenidos mediante una explicación clara y visual —incluyendo presentaciones y ejercicios tipo examen— para facilitar la comprensión.
3. Espacio para preguntas del estudiante (10 minutos)
Resolvemos dudas en el momento, favoreciendo la confianza y la participación activa.
4. Ejercicios guiados (10 minutos)
El estudiante aplica lo aprendido con mi acompañamiento paso a paso.
5. Cierre, repaso final y planificación de la siguiente clase (10 minutos)
Consolidamos lo tratado y fijamos objetivos concretos para continuar avanzando.

Una clase individual bien estructurada te permitirá comprender la química con mayor claridad, reforzar tus bases, ganar seguridad y mejorar tu rendimiento académico a tu propio ritmo. Mi objetivo es que desarrolles no solo conocimientos, sino también herramientas de estudio que te acompañen durante todo tu recorrido académico. Si buscas apoyo personalizado, eficaz y motivador, este método te ayudará a avanzar de forma sólida y progresiva.